Ainara


Las Nuevas Tecnologías llevan el adjetivo "nuevas", lo cual nos hace pensar que son muy recientes, pero realmente llevan intentando implementarse en las aulas desde hace treinta años. Después de tanto tiempo, todavía seguimos con problemas y dificultades y nos seguimos planteando una y otra vez las mismas cuestiones: ¿cómo integrar las NNTT en las aulas? ¿Cómo trabajar con ellas? ¿Qué cambios son necesarios en el currículum y en la práctica diaria de las aulas?

Antonio Pérez Saiz alude a la necesidad de modificar el papel del profesor y, para ello, no sólo es necesario dotarles de recursos tecnológicos, sino que también hace falta instruirlos debidamente. 

Pere Marqués, por su parte, afirma que lo más importante es explicar a los docentes por qué usar las Nuevas Tecnologías. Obviamente, si no entienden los beneficios ni la necesidad de su uso, optarán por continuar enseñando con los métodos tradicionales. Los motivos son, entre otros, los siguientes:

  • El fracaso escolar cada vez aumenta más y las NNTT ayudan a disminuirlo.
  • Vivimos en una nueva época y la escuela, al tener el deber de estar íntimamente ligada a la sociedad, debe vivir en una nueva época también. 
  • Estamos continuamente conectados a Internet y tenemos necesidad de tener información.
Por todo ello, Pere Marqués plantea la necesidad de que se deje de exigir a los alumnos que memoricen datos para pasar a aprender a trabajar con la información. En un estudio, los alumnos respondieron favorablemente a esta metodología. 

Otros profesionales, asimismo, afirman que hay que replantearse el currículo y el sistema escolar. Llevamos dos siglos en la misma línea y eso ya no nos sirve. En el siglo XXI necesitamos que sea más integrado y precisamos más que nunca lograr aprendizajes significativos (y, además, disponemos de los recursos y de las herramientas necesarias para conseguirlo, y muchas de ellas pasan por las Nuevas Tecnologías). 


No obstante, hay autores que se posicionan en contra, opinando que:
  • Es difícil trabajar con grandes grupos de alumnos.
  • Se necesita una buena conexión. 
  • Se necesita tiempo para prepararnos. 
  • La enseñanza sería menos fluida. 
  • Se necesitan grandes recursos para insertar las NNTT.
  • Se necesitan más profesores y menos alumnos por grupo.

Lo que debemos tener claro es que todas estas críticas pueden solventarse si verdaderamente hay interés por enseñar y ser enseñado en y para el siglo XXI. 

En España todavía tenemos mucha tarea por delante: el plan Escuela 2.0 no introdujo los recursos tecnológicos que se necesitan en las aulas y, además, ahora se ha estancado debido al cambio de gobierno y a la crisis económica. 


En definitiva, introducir las NNTT en las aulas del siglo XXI es necesario y, por ello, debemos dejar de cuestionarnos y de plantearnos si lo es o no, y debemos pasar a la acción cuanto antes. 

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