2 (11%)
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1 (5%)
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1 (5%)
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10 (58%)
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5 (29%)
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(La encuesta tenía opción de múltiple respuesta).
A la primera conclusión a la que se puede llegar nada más ver los resultados, es que una amplia mayoría opina que SÍ se deberían introducir los videojuegos en el aula.
De esa amplia mayoría, sin embargo, más de dos tercios pone algún "pero". La mayor parte de estas personas, opina que se debe cambiar la metodología. Esto se hace evidente si pensamos en la metodología tradicional, la cual no da lugar a la participación de los alumnos, y en los videojuegos serían ellos los principales protagonistas.
Un porcentaje más pequeño opina que se podría introducir como algo eventual (una vez por trimestre, en una hora de informática...). Es cierto que el videojuego no puede ser lo único que utilicemos en un aula, pero sí que puede sernos muy útil si lo utilizamos adecuadamente y en los momentos precisos. Por ejemplo, se puede utilizar como refuerzo positivo. Hay juegos, incluso, que nos sirven para estudiar temas de historia.
Por lo tanto, los videojuegos habría que aplicarlos en momentos necesarios (nada de jugar por jugar) y con un cambio obligatorio de metodología, muy lejana a la tradicional transmisión-recepción.
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